Al contrario de lo que muchos piensan, el Reino de Noruega es un destino ideal y distinto, donde pasar la Navidad. Con una superficie total de 385.155 km2 y 4,6 mill. de habitantes, ofrece unos atractivos impresionantes, propios del Círculo Polar Ártico.
En éstas fechas visitar noruega nos ofrece su aspecto más insólito, como el sol de media noche y las auroras boreales en Tromso. Sus asombrosos fiordos quea través de cruceros llevan al visitante por las rutas de navegación de los Vikingos, aunque son los Sami la etnia más antigua del país.
Otro atractivo son sin duda las Iglesias medievales de madera, unas 28 en total. En Oslo podemos visitar una que alberga el Museo de folklore Noruego, del que están muy orgullosos y no es para menos, ya querealiza con diversas actividades que mantienen a los noruegos en constante contacto con sus raíces..
Su capital Oslo, antaño llamada Cristianía (1.624 - 1.878) o Kristiania (1.878 - 1.924); tiene 590,041 hab. y ocupa sólo 154 km2, apenas el 4% de la superficie total del país. Algo que a los osloborgerses les ha llevado a aglutinar todas las comodidades en cuanto a ocio, cultura, y servicios, haciendo que el visitante no héche nada en falta.
Su gastronomía típica es algo reducida pero suficiente para esas latitudes, encontramos por ejemplo: el Buey guisado a la crema, hot-pot de Balder, estofado de cordero y col, el Glogg, que es un vino caliente propio de éstas fechas.
Los amantes del esquí, encontrarán en todo el país la oportunidad de practicarlo. Pero es quizás Holmenkollen, con más de 100 años de tradición en competiciones, el lugar ideal para llevar a toda la familia y practicar el deporte blanco.
A. Därtell
TRIP Magazine
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